martes, 26 de abril de 2011

DE TRABAJO Y DE SALUD

Hola, ya estoy de vuelta, la verdad es que os he echado de menos, parece que me falta algo sino escribo, pero estos días, ya os comenté no he podido.

Para mi han sido días de trabajo, bendito trabajo, han sido mi primera semana Santa y no sabía como podía ir, pero estoy contenta, he tenido "faenica", pero como todo no es completo os diré una cosa, soy una mujer enferma, con una minusvalía de un 55% por una enfermedad degenerativa, Artritis Reumatoide, además de una Artrosis Cervical y 3 hernias lumbares...

Os cuento esto no para dar lástima, nunca lo he soportado, sino para que comprendáis, los que también estéis enfermos y leáis esto, me entendareis y los que no lo estáis, aprovechar el tiempo y disfrutar de vuestra buena salud, de verdad, no es un  tópico, no sabéis los que tenéis.  Comprender, como os decía, lo del trabajo, estos días con mucha faena, han sido trabajo y estar tumbada en el sofá los ratos libres...así se resume mi vida laboral.  Tengo que descansar todo lo que puedo, entre los tiempos de mi trabajo, no puedo hacer nada más, y aún como todo, estos días no han sido las 9 pastillas diarias que me permiten llevar una vida "normal"., han sido 11.  Pero feliz de sentirme viva, enferma, pero viva, con mis limitaciones, pero viva, aunque no lo parezca, con mi trabajo cara el público, a veces pienso que buena actriz soy, nadie sabe, como me encuentro, mal, con fiebre, tremendos dolores... me pinto la raya en el ojo y... a sonreír, hablar, preparar, trabajar, en una palabra.  Pero os voy a decir una cosa, gracias al trabajo me "olvido" un poco de todo lo que conlleva mi enfermedad.

Os cuento todo esto porque también viene al caso lo que me ocurrió el lunes pasado, cuando fui a revisar la minusvalía, cuando me atendió, la médico del IASS, sin mirarme me dijo, que el 65% de minusvalía no se me iba a conceder, porque hay que estar, casi, muerto para que te den la pensión  no Contributiva, fíjate, que con la cantidad que supone, puedes hacer muchos dispendios... pero que además. ahora con la nueva Ley de Dependencia, tenía que valorarme desde cero, no desde el 55% que ya tengo otorgado, hace 7 años.  Le trate de decir que si mi enfermedad es degenerativa, ahora estoy peor que cuando hice la última revisión y que además ahora tenía lo de las hernias y la Artrosis, todo certificado por mi Reumatologo, el Jefe de su servicio, de nada, no sirvió de nada, ah, también me dijo que con "brotes" que son como se denominan los ataques de la AR que padezco, no se hace la revisión.  Le comenté que con mi trabajo, sobre todo después de los fines de semana o después de puentes, tengo que guardar varios días de reposo, sin salir de casa, sin poder trabajar, para recuperarme un poco y así el próximo fin de semana estar "recuperada" para trabajar.

Nada, me dijo que si, que sabia lo que le decía, y que con mi enfermedad, no podía trabajar, pero... como no tengo las cotizaciones necesarias en la Seguridad Social no me corresponde la Incapacidad.

Así que así seguimos.  A mi, mi trabajo me gusta, he tenido la suerte de poder ponerme un trabajo, casi a mi medida, porque ningún  empresario me contrataría, pero, en días como estos, como hoy que estoy  tan afectada que los dedos para escribir esto, me duelen que me hacen rabiar... me pregunto porque es tan injusta esta sociedad, cuando todos conocemos casos de personas que tienen concedidas pensiones, por tener amigos, y no por tener una enfermedad.

miércoles, 20 de abril de 2011

SEMANA SANTA

No, no os voy a hablar de la Semana Santa, de procesiones, potaje de garbanzos y bacalao, y las riquisísmas torrijas...  hummmmmmmmmmmmmmmmmmmmmm.

Es por mi trabajo, ya os comenté que tengo un local orientado al turismo y ahora empiezan unos días con trabajo, espero que sea trabajo de verdad, porque llevamos una temporada fatal.

Voy a dejar el Tintero unos días, y cuando las fiestas terminen volveremos a entrar en contacto.

Pasarlo bien, cuidado con los viajes y feliz regreso.

jueves, 14 de abril de 2011

SALUD Y REPUBLICA

Ayer adelantandose al 80 aniversario de la Segunda República, en El País venia publicado este articulo que he copiado para vosotros.   Hoy en el diario Público regalaban un ejemplar de la Constitución de la República y un especial con artículos relativos a este hecho histórico, uno me ha gustado sobremanera, La mujer se convierte en ciudadana, por Mary Nash, si no lo encontráis, decírmelo y lo publicaré.  Lo dicho compañeros, SALUD Y REPUBLICA. 


TRIBUNA: JULIÁN CASANOVA

Repúblicas

Los regímenes democráticos instaurados en Alemania, Austria, Checoslovaquia, Portugal y España entre las dos Guerras Mundiales fueron barridos por la Gran Depresión y el ascenso del autoritarismo y el fascismo


Entre 1910 y 1931 surgieron en Europa varias repúblicas, regímenes democráticos, o con aspiraciones democráticas, que sustituyeron a monarquías hereditarias establecidas en esos países desde hacía siglos. La mayoría de ellas, y algunas muy significativas como la alemana, la austriaca y la checa, se habían instaurado como consecuencia de la derrota en la I Guerra Mundial. La serie había comenzado en Portugal, con el derrocamiento de la monarquía en 1910, y la española fue la última en proclamarse. La única que subsistió como democracia en esos años, hasta el estallido de la I Guerra Mundial, fue la de Irlanda, creada en 1922. 
Todas las demás fueron derribadas por movimientos autoritarios de ultraderecha o fascistas.
La derecha tradicional le dio en Alemania a los nazis el espacio que necesitaban para crecer
La puñalada mortal a la II República española se la dieron los militares golpistas del 18 de julio
El conocimiento que tienen la mayoría de los ciudadanos sobre esas repúblicas es, en el mejor de los casos, vago e incompleto. Se recuerda más cómo acabaron, las tragedias en las que desembocaron, que sus logros políticos o sociales. En el caso de España, aunque el interés por la Segunda República no se limita a los especialistas académicos, lo que se sabe fundamentalmente de ella son trozos sueltos, fragmentos divulgados por las militancias políticas, que muy pocos quieren o pueden juntar en una historia menos ideologizada y más sometida al escrutinio de las fuentes y del examen detallado de los hechos.
La historia de esas repúblicas, especialmente de la de Weimar y la española, ha sido eclipsada por su final y lo que siguió, el nazismo y una Guerra Civil. Casi ningún historiador acepta en la actualidad el planteamiento determinista de que esos regímenes republicanos estaban predestinados al fracaso desde el principio. Por el contrario, los análisis más fructíferos centran la atención en las opciones y viabilidad de consolidar sistemas democráticos en ese periodo, en la fortaleza de las estrategias antidemocráticas y en las buenas o malas políticas. Es una historia cargada inevitablemente de controversia, de interpretaciones discrepantes, pero que ha ido encontrando un terreno común sobre el que debatir y avanzar investigaciones.
Por razones obvias, la República de Weimar ofrece mucho más juego para el debate historiográfico y para el examen de los peligros del fracaso de la democracia en una sociedad industrial moderna. Alemania, pese a la derrota en la I Guerra Mundial, era el país más desarrollado económicamente y con mayores logros culturales y científicos del continente europeo. La República de Weimar, nacida de una guerra y del desplome del orden imperial, sobrevivió en sus primeros años a los estragos de una superinflación, al dictado de Versalles y al acoso armado desde la extrema derecha e izquierda. Al contrario de lo que pasó en Italia, que sucumbió muy pronto al fascismo, la República de Weimar fue capaz de resistir durante 14 años.
¿Fueron el fracaso de la República y el triunfo de Hitler inevitables? Cualificados historiadores que han tratado de responder a esa pregunta consideran que las posiciones antidemocráticas de las "élites políticas tradicionales" fueron un serio obstáculo para consolidar un sistema democrático. Buscaron desde el principio desafiar al régimen político que surgió de la derrota en 1918 y después de 1929 trataron con todos sus mecanismos de poder, que eran muchos, de explotar esa grave crisis económica para derribar la democracia e instaurar un Gobierno autoritario.
Mientras que en Gran Bretaña la gravedad de la crisis económica en 1930-1931 produjo un fortalecimiento del conservadurismo, en Alemania el arco conservador-liberal de votantes se rompió y fue a parar a las manos de los nazis, el partido antisocialista y antidemocrático más radical y que se había mantenido completamente al margen del Gobierno de la República. La derecha tradicional/ortodoxa proporcionó así el espacio político que el movimiento nazi necesitaba para prosperar.
Además, frente a lo que ocurrió en Gran Bretaña y en la Tercera República francesa, donde la crisis económica no llevó a las fuerzas políticas más importantes a plantear una alternativa al Gobierno parlamentario, la República de Weimar sufrió, casi desde el principio, una pérdida de legitimidad que se convirtió en los años de la Depresión no solo en una falta de apoyo popular al Gobierno, sino en una crisis de Estado. Tras contemplar varios tipos de soluciones autoritarias, incluida la restauración de la monarquía bajo el príncipe Guillermo o una dictadura militar, una "alianza de intereses", como la denomina Ian Kershaw, entre las élites conservadoras y Hitler le dio el poder al dirigente nazi.
Los problemas que tenía que abordar la Segunda República parecían, en comparación con la de Weimar, menos acuciantes. España no había participado en la I Guerra Mundial; no tenía conflictos fronterizos que pudieran favorecer el surgimiento de movimientos nacionalistas extremos; los factores económicos no fueron tan determinantes en el desenlace final; y el fascismo y el comunismo, los dos grandes movimientos surgidos de la I Guerra Mundial y que iban a protagonizar dos décadas después la Segunda, apenas tenían arraigo en la sociedad durante los años de la República y no alcanzaron un protagonismo real y relevante hasta después de iniciada la Guerra Civil.
¿Por qué entonces la República no pudo sobrevivir? No hay, ni puede haber, una respuesta simple a la pregunta de por qué del clima de euforia y de esperanza de 1931 se pasó a la guerra de exterminio de 1936-1939. Para consolidarse como sistema democrático, la Segunda República necesitaba establecer la primacía del poder civil frente al Ejército y la Iglesia católica, las dos burocracias que ejercían un fuerte control sobre la sociedad española y a las que fue imposible controlar. Sus proyectos e intentos de transformar tantas cosas a la vez (el Ejército, la Iglesia, la tierra, la educación o las relaciones laborales) suscitaron grandes expectativas que la República no pudo satisfacer y se creó pronto muchos y poderosos enemigos. Frente a las reformas republicanas, las posiciones antidemocráticas y autoritarias crecieron a palmos entre los sectores más influyentes de la sociedad y la vía insurreccional ensayada por anarquistas en 1932 y 1933 y por los socialistas en octubre de 1934 significó una ruptura con el proceso democrático y el sistema parlamentario.
Mientras las fuerzas armadas defendieron a la República y obedecieron a sus Gobiernos, pudo mantenerse el orden y controlar los intentos militares/derechistas o revolucionarios de subvertirlo, aunque fuera, como en la revolución de Asturias de octubre de 1934, con un coste alto de sangre. El régimen republicano, evidentemente, presentaba enormes fisuras y como pasaba en casi todos los países europeos, el rechazo de la democracia liberal a favor del autoritarismo avanzaba a pasos agigantados. Pero el golpe de muerte a la República se lo dieron desde dentro, desde el seno de sus mecanismos de defensa, los grupos militares que decidieron derribarla en julio de 1936. Como en España, al contrario de lo que ocurrió con otras repúblicas del periodo, hubo una resistencia importante, militar y civil, frente al intento de imponer un sistema autoritario, lo que siguió al golpe de Estado no fue su triunfo sino una Guerra Civil.
España comenzó los años treinta con una República y acabó la década sumida en una dictadura derechista y autoritaria. Bastaron tres años de guerra para que la sociedad española padeciera una oleada de violencia y de desprecio por la vida del otro sin precedentes. Por mucho que se hable de la violencia que precedió a la Guerra Civil, para tratar de justificar el golpe militar y el carácter inevitable del conflicto armado, está claro que, comparado con lo que siguió, la República fue una etapa de logros notables.
Cada vez parece más difícil resolver la acritud de la discusión política y la ignorancia sobre esa historia. Es sintomático cómo la memoria de la Guerra Civil y la desmemoria y propaganda contra la República han impedido un debate sobre temas que, empezando por la relación entre el Estado y la sociedad, claramente conectan aquel pasado con nuestro presente y que deberían resultar familiares e importantes para nuestra actual democracia. Pero nuestros políticos no quieren ni les interesa ese tipo de retos. Y la enseñanza de la historia se ha quedado también al margen de esa necesaria empresa de construcción de una sociedad civil más democrática y mejor formada.
Julián Casanova es historiador.

miércoles, 13 de abril de 2011

UNOS SI Y OTROS NO

QUE ME LO EXPLIQUEN.

Hace escasamente un mes se ha puesto en marcha, en la ciudad de Albarracín, el sistema de bolardos, para entrar en el casco antiguo y para aparcar dentro de él.
Todos los residentes del citado casco, hemos sacado una tarjeta (5 euros) que nos permite acceder dentro de las zonas delimitas y una tarjeta amarilla que nos autoriza a aparcar.

El problema surge cuando no se respetan las señales que indican la prohibición de aparcar, si no tienes a la vista, dentro del vehículo la tarjeta amarilla.

Todos los días, se pueden contar los coches que están mal aparcados, perjudicando a los que tenemos el uso y derecho de hacerlo en los lugares que ellos ocupan ilegalmente.
Además el problema se agranda cuando el Guardia Municipal del Ayuntamiento de Albarracín no cumple con  su cometido, no sabemos si porque el Ayuntamiento le ha dicho que "haga la vista gorda", con "algunas personas".  En cualquier caso el ejemplo que esta dando el Consistorio es pésimo.  No se puede hacer la Ley y cumplirla solo con  quién interese, que nos conocemos todos y sabemos de que va "esto".

El guardia es un funcionario público que no puede ni debe dejar de cumplir con su trabajo, y hacer lo que le convenga con quién quiera, ni el Alcalde, si no lo sabe, que se entere que es su trabajo, permitírselo.

Estas situaciones son herencia de otros tiempos ya pasados, afortunadamente,  aunque en Albarracín, son frecuentes en las actuaciones del Consistorio.  Y no entienden que como representantes de un Ayuntamiento elegido democráticamente, no pueden ni deben comportarse así.

Si su actitud, no cambia, nos veremos obligados los que estamos cumpliendo con la Ley a denunciarles a ustedes, por no hacer su TRABAJO.

QUE ME LO EXPLIQUEN.

viernes, 8 de abril de 2011

MI CIUDAD

Ayer fui a Zaragoza, mi ciudad.   En el momento que bajo del coche, me encuentro en casa.  Por razones que no vienen al caso,  hace más de 30 años, que no vivo en Zaragoza, pero mis visitas han sido constantes.

Les he enseñado a mis hijos, sus rincones, los parques, sus monumentos, sus museos, mi calle y mi barrio, el cual ahora es un poco suyo, ya que viven en Las Delicias y estudian en las aulas de su Universidad, bueno, casi, la niña, está a punto de selectividad.

Son mis raíces, parece que la gente que no tenemos pueblo, tengamos menos raíces, pero no es verdad, quizá se diluyen más en la aglomeración de una ciudad, pero están allí.  

Soy de Zaragoza, de varias generaciones atrás por parte de mis padres, con lo cual el único contacto que tuve con un pueblo era la serie "Crónicas de un pueblo", muchos os acordareis, verdad?.

Cuando volvía de vacaciones al cole de monjas, Las Escolapias, una institución en la Ciudad, casi todas mis compañeras hablaban de sus pueblos y les extrañaba que yo no tuviera, incluso casi todas pensaban que era muy triste no tenerlo y además pasar todas las vacaciones en la ciudad, pero para nada.

Tuve la gran suerte de que mis abuelos maternos tenían una parcela en un sitio maravilloso, la Ciudad Jardín, 
una isla, dentro de la Ciudad,  allí todo era diferente del piso donde vivía, tenia jardín, una pequeña piscina que mi abuelo construyó, una casa con desván, donde subíamos a disfrazarnos y a "dormir" la siesta, y sobre todo a una maravillosa familia, soy hija única, pero mi madre tenía 11 hermanos y esa casa era como la película El Camarote de los Hermanos Marx.  Siempre había gente y en cualquier momento se hacían comidas, meriendas y cenas con su larga charrada, debajo de una higuera, los mayores y los pequeños pululando por allí.

Eso es lo que más me duele, que a mis hijos les he podido enseñar la Ciudad que yo tanto quiero, y ellos también la quieren en su medida, pero el lugar, La Ciudad Jardín, sigue existiendo,  pero   la parcela se vendió, y la familia, poco a poco a ido desapareciendo... La edad se llevó a muchos, otros se fueron pronto, antes de tiempo... y los que quedamos, la vida nos ha llevado a no tener tan apenas contacto.  Ellos han disfrutado de otras cosas pero la vida familiar, las risas, los lloros, el sentimiento de familia que durante muchos años hubo en esa parte de la Ciudad, ya se fue para siempre.  Ahora los que somos  ya los padres, casi abuelos, nos corresponde crear un lugar donde se den las risas, las conversaciones, la comida, en  fin, un  hogar al que querer volver siempre, como me pasa a mi, cada vez que recorro esas calles que me han visto nacer y crecer, un lugar en otro sitio, más pequeño, un piso pero lleno de calor, en mi maravillosa ciudad, Zaragoza. 

lunes, 4 de abril de 2011

LA CRISIS

Empieza la semana, después de un "finde" casi primaveral.  Por la mañana un paseíto y dentro de un rato a trabajar.  Ahora ya abro el local todos los días, a ver si esto se anima...ya que esta bastante regular, como casi todo. 

La crisis no afecta a tantos...  en mi trabajo se habla con muchas personas y salen muchos temas pero os puedo asegurar que ahora practicamente en todas las conversaciones sale la crisis.  Unas veces porque son ellos mismos los que no tienen trabajo y la mayoría porque conocen cada vez a más personas que se quedan sin trabajo y muchos otros ya, sin la "ayuda" económica.

Todos coincidimos en que estos años de bonanza hemos estado "por encima" de lo que podíamos llevar y ahora estamos volviendo a la "normalidad" en el gasto.

Se han hecho cosas cuando menos ilógicas, como comprar apartamentos y tenerlos alquilados para pagar la hipoteca, luego no lo podían alquilar o no pagaban los inquilinos y que pasaba?
Cambiar de coche cada año...
Vacaciones solo soñadas...ropa de marca..
Joyas...Reformas de pisos..
Tantas y tantas cosas, pero no somos jueces de nada y cada cual se mete donde quiere y sale como puede.

Como os decía, hablo con mucha gente y comentan que ahora salen sin amigos porque se han convertido en unos "privilegiados" porque tienen trabajo y pueden salir a cenar, al cine y de viaje.  Incluso la mayoría dice
que no se sienten cómodos en su circulo, y que no comentan nada de sus salidas.

Este fin de semana he leído un reportaje sobre como han cambiado los habitos de los españoles, llega el viernes por la tarde, y se meten en casa y no se sale hasta el lunes, es la única manera de no gastar.

Peor lo tienen los que tienen niños pequeños, así que al parque... que es barato y sano.

Las personas pasean y las terrazas...vacías.

Cada uno nos "apretamos" el cinturón en la medida que nos toca.

Lo que ocurre es que mi trabajo depende de que otros salgan, gasten... y claro así no salen las cuentas.

No debemos de olvidarnos de la cantidad de personas que dependemos del ocio de otros.

Cuando salgamos de esta crisis,  nos habremos quedado muchos en el camino.

Espero y deseo que seamos los menos.

Otro día a ver si os cuento algo más agradable, pero de todo hay en la vida... y hoy tocaba hablar de LA CRISIS.

viernes, 1 de abril de 2011

EL FIN DE SEMANA, TRABAJO

Hola, en algunas ocasiones parece que vamos al contrario de la mayoría...eso ocurre con mi trabajo.

Tengo un pequeño local que abro los fines de semana.  Así que no tendré tiempo de escribir, pero, eso sí, leeré la prensa, y a la vuelta comentaré algo con vosotros.

Los domingos estoy deseando abrir las páginas de los periódicos y ver que han escrito, sobre todo mis admirados, Elvira Lindo, Arturo Pérez Reverte, Carmen Posadas, etc.  Desayunar con sus letras, un placer.

Hasta pronto, voy a imitar a Pérez Reverte en Twitter y escribo CLIC.